PIB: Cuesta abajo en la rodada
En un país donde las noticias rocambolescas son el pan de cada día y las cortinas de humo parecen estar en oferta, la agenda informativa se ha vuelto un teatro de lo absurdo. El referéndum sobre subsidio a los hidrocarburos, con sus preguntas que inicialmente parecían anunciar el fin del mundo, han terminado siendo poco más que un ejercicio de retórica insignificante. Entre tanto, el gobierno ha continuado por el estilo de anuncio a cuentagotas: aranceles para importar diésel aquí, medicamentos allá, y ahora, un censo cuyos resultados nadie parece estar dispuesto a aceptar, porque, ¿quién necesita datos precisos cuando el caos es más entretenido?
Mientras tanto, la economía sigue su camino cuesta abajo en la rodada, como dice el tango, imperturbable ante el espectáculo político. Esta semana, los números fríos y duros salieron a la luz: un crecimiento trimestral de la economía boliviana de un magro 1,31%. Un número que susurra al oído lo que todos tememos: la desaceleración económica continúa. Pero, claro, esto es solo un pequeño desliz en la narrativa gubernamental, que, con un optimismo más fuerte que los hechos, sigue apuntando a un 3,7% de crecimiento para fin de año. Después de todo, las matemáticas y estadísticas gubernamentales tienen su propio conjunto de reglas y no son su fuerte.
Si nos tomamos un momento para observar más de cerca, este insignificante 1,31% nos revela algo más grande: los problemas estructurales que arrastran a la economía boliviana al........
© El País
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