Petro compra las reformas
Si Gustavo Petro cree que empató el pulso en las calles con la marcha del 1º de mayo, está muy equivocado. En primer lugar, él se montó en la marcha tradicional que los sindicatos realizan en el Día del Trabajo, que de por sí es nutrida, pero además pagó con recursos públicos la presencia de comunidades indígenas que se desplazaron en un millar de buses hasta la capital de la República para hacer parte de la misma. Igualmente, este sujeto obligó a muchos empleados y contratistas del Estado a participar de esa movilización en las calles, so pena de perder sus canonjías.
Aun así, a simple vista se puede asegurar que la marcha de Petro estuvo lejos de al menos igualar la amplia presencia de la marcha opositora del 21 de abril. Obviamente, y él lo sabe, hace rato perdió las calles, perdió el favor popular. De hecho, aunque las encuestas parecen muy generosas con su desgobierno, cerca de un tercio de los encuestados califican favorablemente su gestión y casi dos tercios la reprueban. Hasta petristas convencidos........
© El Nuevo Siglo Bogotá
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