Arqueología para las muertes recientes
Yo quería escribir sobre Villa Icha. Una finca cerca de Valledupar que ocupa, desde los tiempos de la infancia, un lugar privilegiado en mi cartografía sentimental. En algún momento –en su periplo de algodón y jornal por el recién creado departamento del Cesar–, se convirtió en el lugar en el que vivieron mis padres. Creo que no tenía edad para atesorar recuerdos cuando estuve en Villa Icha –si acaso empezaba a caminar cuando me llevaron hasta allá–, pero la memoria hizo mías las narraciones familiares de los acontecimientos del aquel sitio. Los tengo en la memoria impresos con la fidelidad del linotipo y del grabado en plomo: había un tractor color rojo, inmenso, al que le decían “El burro”, que tenía la particularidad de que las ruedas delanteras eran prácticamente del mismo tamaño de las traseras y su maquinista se llamaba Ricardo; para llegar al comisariato de la hacienda desde la........
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