Maceo se fue a vivir a España
LA HABANA, Cuba. – Nadie lo llamaba por su nombre de pila porque eran pocos los que lo conocían por ese apelativo con el que fuera inscrito en el registro civil del oriente del país. Quizá nació en Santiago de Cuba, es probable que en Bayamo, pero eso no importa, lo que más interesaba a todos fue, siempre, su belleza.
Nadie se interesó en cuál registro civil asentaron su nacimiento, y mucho menos en el nombre de sus progenitores. Apenas preguntaban su nombre, pero muchos querían reconocer sus misterios, las bondades de su cuerpo desnudo, y también lo que cobraba por ofrecer unas horas de placer. Maceo, dicen, era un titán en la cama, y él lo sabía, y sabía que todos lo miraban; los unos con deseos, los otros con envidia, con los ojos de rabia de quien sabe que no tendrá la posibilidad de llevarlo a la cama.
Maceo consiguió lo que quería, que era montarse en un avión. Maceo se montó en un avión y viajó a España, a esa vieja España a la que nunca viajó Antonio Maceo, aquel titán que deslumbrara al poeta Julián del........© Cubanet
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