A la resistencia palestina, árabe y regional Israel la utiliza como comodín para sus actos terroristas, colados gracias a los vacíos del derecho internacional. EE.UU. tiende mano

A Irán y a la milicia libanesa Hizbullah se les pide moderación para que Oriente Medio no encienda sus praderas en una guerra que, de extenderse, nadie sabe en qué derivaría. ¿A Israel se le solicita lo mismo? A la altura de los acontecimientos, es esta una pregunta retórica, pues sabemos que cuando Tel Aviv ataca es por puro reflejo defensivo contra terroristas, enemigos del judaísmo. ¡A tamaña bochornosa simplificación hemos llegado!

Cuando el primer ministro Benjamín Netanyahu decidió lanzar la brutal masacre contra los palestinos de Gaza sabía perfectamente que contaría con el apoyo absoluto de los Estados Unidos y del Occidente anglosajón y europeo. La teatralidad demostrada en el Congreso del imperialismo estadounidense, donde el foco de sus palabras recayó en la República Islámica de Irán y en los terroristas que le cercan en el Levante, responde al propósito cimero de arrastrar a Washington, lo cual se traduce en hacerse con la hegemonía de tan rica zona del planeta en la que tanto persas como árabes insumisos representan un obstáculo. La envoltura perfecta para esa representación cae en la aparente intolerancia de los otros hacia el “Reino de David”; sin embargo, el corazón del asunto pasa por una sinergia de ideologías, en el que el sionismo y el imperialismo, sin distingos de signo ni países, tienen sus bases en el colonialismo.

“El derecho a la defensa”, consagrado en la Carta de las Naciones Unidas, puede ser argumento trillado cuando se quiere guardar bajo la alfombra crímenes propios, ocultando deliberadamente que también existe “el derecho a la defensa contra la ocupación”, mal contra el que luchan los palestinos y la resistencia árabe, pero, a conveniencia, la condición de “subhumanos” ha pasado a segundo plano, porque el gran capital se mueve cuando también se mueven las facturas militares, con el resultante oxígeno para la fatigada economía estadounidense.

Cuidado, lo esencial sigue siendo la comunión ideológica. Es esta tan fuerte que hasta se criminalizan las protestas populares a favor de la causa palestina, moderándose el tono precisamente por esa presión, sea........

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