¿Cómo construir el socialismo? La experiencia zapatista: ¿éxito o fracaso?
El 1° de enero de 1994, el mismo día que entraba en vigencia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte -TLCAN-, hizo su aparición pública el Ejército Zapatista de Liberación Nacional -EZLN-. Con armas en la mano y bajo la conducción del subcomandante Marcos -"Tomamos las armas para construir un mundo donde ya no sean necesarios los ejércitos", sentenció- el movimiento insurgente exigía la reivindicación de propiedad sobre las tierras ancestrales arrebatadas a las comunidades indígenas, un más equitativo reparto de la riqueza y la participación de las diferentes etnias, tanto en la organización del Estado de Chiapas como en el resto del país mexicano.
Desintegrado el campo socialista europeo apenas unos años atrás, con la plena vigencia de las políticas neoliberales que iban haciendo retroceder conquistas históricas de la clase trabajadora y la desazón que cundía en el campo popular y en las izquierdas de todo el mundo por la desaparición de referentes revolucionarios, ante esta avanzada criminal de la derecha la aparición del zapatismo fue una bocanada de aire fresco. Se despertaron grandes expectativas sobre su accionar, y las fuerzas progresistas de todo el planeta lo vieron con interés. El socialismo no estaba muerto.
El gobierno mexicano, en ese entonces con la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, en un primer momento dio una respuesta militar al alzamiento. Así, por 12 días, se produjeron enfrentamientos armados, con muertos, heridos y prisioneros, pero rápidamente comenzaron las negociaciones entre ambas partes. Tales conversaciones, que se prolongaron por espacio de más........
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