menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

"Vallillo" el pandillero o "cayapero" cumanés. Como obsequio a mis "amigos invisibles", Oscar Heck y Juan Veroes

8 1
09.07.2024

Nota; Este artículo lo escribí ayer domingo, 07 de julio, más de 24 horas antes de leer el artículo de Oscar Heck, titulado .()

Ahorita, lunes 08 de julio a las 7.59 p,m., cuando me propongo enviarlo, que le llamaría crónica y referida a un acontecimiento y personajes reales de la Cumaná de mis tiempos de adolescente, opté por dedicárselos a ellos, mis "amigos invisibles", como solía decir Arturo Uslar, al referirse a los televidentes que veían su programa. Como el gran escritor mencionado nunca usó la palabra "invisible" para descalificar o minusvalorar a sus seguidores, también la uso yo, para referirme a esos dos amigos quienes suelen discrepar de una manera que llamaría peculiar, pues por ambos siento mucho respeto y bastante nos hemos comunicado. Por supuesto la anécdota no les alude para nada, sólo se las dedico para llamarles a la conciliación y búsqueda de la manera de seguir discrepando como sé que ambos son capaces. Con respeto y sensatez.

Por supuesto, lo confieso, porque lo vanidoso es tan envolvente que de ella nadie escapa, también hay en el título y esta nota una trampa, llamar la atención del lector poco interesado en estos temas.

------------------------------------------

Observo que la política de Venezuela le ha dado espacio a los patoteros o cayaperos de antes, ahora bajo otro nombre y hasta muy agresivos. Y lo son más cuando observan desde lejos, sabiendo que ninguno de los golpes lanzados en las cayapas, ni siquiera los de su bando, golpearán sus rostros y cuerpos.

Llevamos 20 años de cayapas y uno creía que se habían acabado y no; siguen, sólo que esperan se den las condiciones para salir de su escondite, pues la fuerza inercial está acumulada y acumulándose, esperando una espita para desatarse.

Pensando en esto, dado lo que escucho y nos ofrecen como para lo inmediato, me acordé de un personaje, una especie Robín Hood o Fantomas, cumanés de mi tiempo, pero dedicado a pequeñas fechorías, sólo para alimentar su ego imberbe. Un tipo que demostró que era "más bulla que cabuya". Un jovencito que quería llamar la atención, no pasar desapercibido y para eso, por falta de talento, cordura y hasta valentía se inventó un cuento de "héroe" que sólo él se lo creyó.

En artículo anterior acerca de quienes entre varios, turnándose, escriben bajo la misma firma y sin poner el debido cuidado para no contradecirse, pero si dentro del mismo estilo lineal y rígido, habitual de los típicos analistas, hice mención de "Vallillo", un pandillero o cayapero cumanés de mis tiempos de la temprana adolescencia.

Al lenguaje coloquial de hoy y hasta el de algunos especialistas en conducta, se ha incorporado la palabra importada de "bullying", para referirse al acto de hacerle cayapa a alguien, aprovechándose de alguna debilidad y hasta potencialidad del objetivo. Pues pudiera ser que el cayapeado, es un alumno o miembro del grupo muy aventajado o hábil y la envidia de quienes tiene como "compañeros", por alguna circunstancia, les lleva a agredirlos e intentar minimizarlo. Quizás, no lo sé exactamente, la palabra "bullying", se limite a calificar al acosamiento sin llegar a la violencia, pero sí sé, sin duda que, la "cayapa", incluye ambas cosas

En el lenguaje nuestro también "cayapa", significa abordar una tarea en grupo. Ponerse de acuerdo y emprender algo como limpiar la calle o arreglar el terreno de béisbol enmontado y lleno de huecos o irregularidades y hasta organizar una fiesta. Cuando se trata de reunir dinero para adquirir algo en función de los intereses del grupo, se dice "hacer una vaca".

Pero también se utilizaba la palabra pandillero para calificar lo que ahora llaman "bullying" y el proceder de aquellos pandilleros, generalmente adolescentes,........

© Aporrea


Get it on Google Play