Feliz Navidad
Queridos y queridas, muy Feliz Navidad. Así, a bocajarro. No sé si se sienten identificados o no con la combinación de estas dos palabras, las más pronunciadas estos días, pero en cualquier caso se las dedico con ilusión. No crean que soy yo una persona que disfrute de forma exagerada de este tiempo de Navidad, ni de cualquier otro período de celebración singular, pero en cualquier caso vaya esta felicitación, desde el cariño y un profundo respeto. Pero, por preferir, a mí me gustan con diferencia los días de diario —los laborables—, que trato de diversificar y dotar de pequeños ratos de felicidad, que yo mismo me organizo y programo al margen de eventos colectivos. Y esto es fantástico, ¿no creen?, ya que tales días laborables son mayoría en el calendario...
Pero eso no es óbice para que les insista en mi deseo de que tengan muy felices días de Navidad todos y todas. Un tiempo que, desde mi punto de vista, ha ido perdiendo parte de su significación inicial y donde también la presión por un consumo exagerado, insostenible y absurdo es imponente, pero en el que creo que sigue subyaciendo un gigantesco mensaje de........
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