A Antonio Trueba, a modo de homenaje
Hace unos días supe por diversos medios que, un año más, Antonio “Cholo” Fernández y algunos amigos habían colocado en la cumbre de Pena Trevinca el Belén más alto de Galicia, preámbulo de la Navidad desde hace ya casi veinte años. Sonreí entonces, recordando momentos entrañables en la montaña, algunos con él y otras personas de Montañeros Celtas y la Federación Galega de Montañismo. Conocí a Cholo hace más de treinta años, siendo yo socio de la coruñesa Sociedad de Montaña Ártabros, primero por su labor como Director de la Escola Galega de Alta Montaña, y más tarde en su nueva vida como anfitrión del maravilloso Trisquel, casa de turismo rural donde las haya, y defensor a ultranza de la montaña de Trevinca y la naturaleza. Ojalá pueda estos días acercarme por allí. Sería maravilloso.
Y no sé si fue por la evocación de esos momentos montañeros, que inmediatamente después de eso soñé un par de noches seguidas con Antonio Trueba de la Iglesia, que también iba acompañado en el sueño por su otra mitad en todo, María Eugenia Gayol. Fueron de esos sueños en los que recuerdas momentos y el camino andado con personas queridas y muy referentes para uno, de los que despiertas también con paz y serenidad, recordando nítidamente lo acontecido. Un lujo. Antonio Trueba fue uno de los fundadores y presidente de la Sociedad de Montaña Ártabros en el período de 1984 a 1997. Pero también el inspirador y alma, junto con María Eugenia,........
© La Opinión A Coruña
visit website