Lo irremediable de lo imprevisto
Era 28 de mayo, alrededor de las 11:20 de la mañana. Aquel hombre caminaba, tranquilamente, por la acera de la calle G y cuando dobló a la derecha, fue impactado por dos vehículos que chocaron, justo en la intersección de la Avenida de los Presidentes con la calle 17. Fue tal el choque que su cuerpo fue lanzado hacia el interior de la vivienda de esa esquina, arrancando de un tajo la cerca que protegía la entrada. Increíblemente se levantó, sacudió su ropa y se dispuso a ayudar, como tantos así lo hicieron, a las personas que iban dentro de ambos vehículos.
Lo que describo se puede ver en el video que circula hace días en las redes sociales, grabado en la cámara de seguridad que está colocada en esa esquina. La falta de fluido eléctrico en los semáforos, al parecer, «confundió»........
© Juventud Rebelde
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