La última trinchera
Lo que vimos el jueves es la antesala de la ruptura institucional generalizada que amenaza al país.
Las imágenes de la asonada contra la Corte Suprema de Justicia nos hicieron recordar la toma del Palacio de Justicia en 1985 por parte del grupo M-19. Qué paradoja, pero ante todo, qué torpeza del Gobierno idear y promover estas marchas que no podían terminar en nada distinto a lo que observamos en la tarde del día jueves. Centenares de personas, puedo imaginar la mayoría funcionarios públicos, dirigentes y militantes de Fecode y empleados del Sena, también miembros de la guardia indígena y no pocos encapuchados parecidos a los que protagonizaron las marchas contra el presidente Duque, y que ya nadie duda fueron protagonistas principales de la campaña petrista a la presidencia.
En comunicado leído por su Presidente y con la Corte sitiada pidió garantías, no solo para ejercer sus funciones con autonomía, sino que también exigió el respeto a su integridad y la seguridad de todos los funcionarios del Palacio de Justicia. Puedo imaginarme la zozobra en el edificio cuando presintieron que los........
© El Universal
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