Criaturas ocultas de la colonización cultural
La cultura es uno de los fenómenos que más se afectan con las guerras económicas. Hay que remontarse al daño hecho por las invasiones en el medio oriente a las civilizaciones que son el rostro de la humanidad. Allí, las bombas dieron cuenta de palacios, de ruinas, de estatuas y de valores que no puede ser repuestos en dos días.
La cultura es, por demás, el arma de defensa más fuerte que poseen los pueblos y es un objetivo a abatir en todas las confrontaciones de algún peso específico. En Irak, las muestras de los antiguos sumerios pararon en colecciones particulares y en los peores casos destruidas. Y lo primero que la asimetría del poder busca es colocar al otro cultural en una postura de indefensión.
Desde las civilizaciones de antaño, las ocupaciones eran procesos de aculturización en los cuales se procede al borrado, a la eliminación de la religión y del relato ideológico del enemigo.
Cuba, que es una pequeña nación en el concierto convulso internacional, no posee todas las posibilidades económicas para construirse una resistencia material infalible y por eso ve en la cultura a su valladar más fuerte. En un mundo en el cual priman elementos de la globalización y de la guerra más desleal, las redes sociales barrieron con la noción de la verdad y han impuesto los relatos como lo que tiene que prevalecer, como aquello desde lo cual se ejerce de manera efectiva el poder. Y es que las relaciones internacionales van de eso, de los choques........
© Cubahora
visit website