Distintas formas de mandar al carajo y a la mierda a los imperios...made in Venezuela
La conducta de los señores que manejan el imperio estadounidense raya en la demencia, y siendo así, en Venezuela se tiene un dicho muy popular que expresa lo siguiente: Los locos comen mierrr…
Ay, pero por favor, ¡¡que soez y prosaico ha comenzado su escrito esta vez ese señor nombrando un asunto tal altisonante como ese…!!
Bueno si, pudiera ser, ofrezco disculpas a aquellas personas de ojos sensibles que pasan sus miradas por estas líneas.
Debo decir que le puedo hacer una reverencia y expresarle mi consideración y mi respeto a los profesionales de la diplomacia venezolana que tienen que entenderse y alternar con los señores y señoras del gobierno estadounidense. Y es que verdaderamente este escribidor no tiene esa vocación, y la sinceridad (y no la hipocresía), es algo que lo hace coherente con sus convicciones y le permite liberarse de malas energías.
Pero fíjense, señores-as lectores-as, pongámonos a analizar lo siguiente: ese asunto de la sinceridad es un rasgo muy peculiar y característico de los venezolanos y las venezolanas. Pero, además, muchas veces no somos amigos-as de adornar ni edulcorar las frases cuando hay cosas muy desagradables que nos impactan, y entonces de lo más profundo de nuestro ser surgen algunas expresiones no muy santas. Difícilmente los venezolanos nos quedamos callados-as ante aquellos-as que cometen injusticias contra nosotros-as o nos pretender vejar o humillar, entre otras acciones viles que se pudieran cometer contra nosotros-as. Entonces, en en el marco de esas situaciones que hacen que nos hierva la sangre, es que se produce en nosotros pues una conjugación de sinceridad con esas formas poco decentes que utilizamos para decir ciertas cosas….
Pero bueno, está bien, es verdad, acepto que para que no suene tan feo eso de espetarle a otro-a esa frase, que pudiera alcanzar elevados decibeles si se dice con vehemencia, eso por no decir otra palabra muy sonora que también utilizamos los-as venezolanos-as. Y en tal sentido, los venezolanos-as en el pasado fuimos muy sinceros en distintas ocasiones y a su vez mantuvimos formas adecuadas propias de tacto diplomático.
1.- Recordemos, por ejemplo, aquella singular ocasión del 19 de abril de 1810, en la cual el Capitán General Vicente Emparan preguntó a parte del pueblo caraqueño, si querían seguir bajo su mando, y la gente que lo observaba no lo mandó para la mierrr…No, simplemente le hizo señas de su negativa a seguirse tolerando al ibérico. Bueno, a menos que un historiador nos diga que si le fueron vociferado a Emparan la altisonante frase: "Emparan no queremos tu gobierno, que es el de España, vete a la mieeer…. Bueno, esa fue ciertamente una ocasión de mandar muy decentemente para allá…. al imperio español… y se actuó también de manera muy decente con el ultimo Capitán General de Venezuela… Y eso de no haber tratado peor al Capitán General Emparan (pudieron haberlo linchado), es algo que merece especial reconocimiento, pues es necesario recordar que fueron "300 año de calma" (de vehemencia contenida), los que transcurrieron sin podernos zafar de los designios de aquel imperio que invadió estas tierras del mundo (nuevo para ellos); llevó adelante un proceso cruento de conquista, en medio de lo cual se cometieron terribles masacres contra nuestros pueblos originarios. Se produjo así, un genocidio que arrasó con millones de seres humanos en todo el continente. Tratos viles, crueles e indolentes se les dio también a los negros traídos de la Madre África e incluso, lo sabemos, contra los blancos nacidos en estas tierras también se produjo, por parte de la gente venida de España, una diferenciación odiosa y antipática que llegó a niveles intolerables. Entonces, en resumidas cuentas, Vicente Emparan merecía que el pueblo, en el marco de aquel practico referéndum, le dijese con la energía que se venían de los siglos de injusticias y humillaciones: ¡¡Vete a la mierrr imperio español!! Bueno, le fue dicho eso pero de forma decente y democrática.
2.- Un ejemplo de ese carácter diplomático, respetoso, llenos de tacto, al que le hacemos reverencias y nos colocamos en actitud sumisa, lo dio el General en Jefe Simón Bolívar en el intercambio epistolar que mantuvo con un tal agente estadounidense de nombre John Baptist Irvine. Nuestro Libertador no lo mandó para la mierrr.. de manera soez, pero creemos que le faltó poco para hacerlo. Convengamos por favor en que, si lo hizo, pero aun en una situación dura y delicada como la que estaban tratando (el reclamo de dos embarcaciones a través de las cuales le habían hecho llegar material de guerra a los realistas), en medio de aquel espinoso asunto, el Padre de la Patria, procedió con altura, no dejando por ello de ser contundente. Recordemos lo que le dijo Bolívar al irrespetuoso y caradura agente injerencista de los Estados Unidos Irvine, cuando por dos veces lo mando a aquel sitio donde no huele muy........
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