Guerras del agua en México
La oposición eligió atacar usando el tema de las pipas. Xóchitl Gálvez retó a Claudia Sheinbaum a beber agua de la que se reparte en la capital cada vez más frecuentemente.
El candidato local de Movimiento Ciudadano, Salomón Chertorivski, también se subió a ese tren, cuestionando la trazabilidad de la calidad del agua de los camiones cisterna y acusando a Clara Brugada de “representar” a la “mafia de las pipas”.
Pero, aunque esas acusaciones resulten ser efectivas electoralmente (lo veremos), hay otro problema de fondo: la capital no puede volver a chuparse lagos y manantiales para que algunos de sus habitantes jueguen golf, manden lavar sus coches con manguera o se duchen dos veces al día (una al ir a trabajar en la mañana y otra al salir del gimnasio en la tarde). Y, sin........
© La Razón
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