El artículo 1281 del Código Civil de la Ciudad de México, define a la herencia, como sigue: “Herencia es la sucesión en todos los bienes del difunto y en todos sus derechos y obligaciones que no se extinguen con su muerte”.

Por lo anterior, haciendo una extrapolación de cada una de las candidatas, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, heredan de sus partidos y líderes morales, lo cual puede consistir en el prestigio, el respeto, el honor, pero también reciben la deshonra, la corrupción, la deshonestidad, etc., todo forma un conjunto, no se puede escoger lo que van a heredar, todo viene en un paquete que se puede llamar el “patrimonio político”.

Claudia Sheinbaum recibirá un partido, que aun con sus grupos y diferencias, es actualmente el que tiene el mayor número de seguidores, recibe el prestigio de Andrés Manuel López Obrador, pero también recibe el rechazo que se tiene hacia él, recibe a gran parte de sus enemigos, recibe el desprestigio de los gobernadores como Cuauhtémoc Blanco en Morelos, y Cuitláhuac García, en Veracruz, pero también recibe a todos los beneficiarios de los programas sociales.

La suma y resta de todo lo que recibirá de herencia Claudia Sheinbaum, aunado a su propio capital, formará la totalidad de su patrimonio político, con ello enfrentará las próximas elecciones, y una vez superadas éstas, deberá decidir con qué parte de la herencia se quedará y qué parte de la herencia no desea conservar y tendrá que deshacerse de ella.

Por su parte, Xóchitl Gálvez recibe una herencia por dos o tres partidas, recibe la herencia del PRI, que representa una larga historia de logros y de grandes historias de corrupción, de nepotismo; y por otro lado, se encuentra el PAN, representado por su actual líder Marko Cortés, quien viene de un escándalo por el acuerdo firmado con el actual gobernador de Coahuila, donde además de repartirse secretarías, también algunas notarías, y órganos autónomos, sumada a la historia de sus dos gobiernos, el de Vicente Fox y el de Felipe Calderón, con todo ello carga Xóchitl.

En ambos casos, las candidatas reciben bienes, cargas y obligaciones, pero considero, en el caso de Claudia Sheinbaum, recibe más activos que pasivos, pues la reciente encuesta del periódico El Financiero señaló que los programas sociales hacen que más personas beneficiarias de ellos voten en mayor proporción a su favor que en favor de Xóchitl, lo que le acerca más a ganar la elección, ya que, por otro lado, todos los anti-AMLO no suman tantos votos como los programas sociales.

Por parte de Xóchitl, considero que sus partidos le restan más de lo que suman, pues el PRI sin gobernadores que operen la elección, perdió gran parte del control que tenía, sumado a la mala imagen, le restan en lugar de sumar; por parte del PAN, ha perdido la fuerza que llegó a tener, y no ha podido hacer una reestructura del partido, tras las derrotas, que le pueda dar un nuevo impulso. Esperemos el próximo debate para saber quién sumará más puntos a su patrimonio político.