Reflexiones tributarias
El país tiene grandes retos en materia tributaria, al haber emergido sustanciales modificaciones en la forma de operar del sistema productivo. En primera instancia, debe advertirse que la principal fuente de ingreso está completamente exenta. Las remesas, en el origen y en el destino, no están claramente incididas por la normativa fiscal, siendo un torrente de ingreso que se mantiene en un limbo regulatorio.
La que fuera otrora la fuente dominante, el ingreso de Petróleos Mexicanos, es claro que no mejorará su perfil, y, por el contrario, no tardará mucho para que deje estar en el lado del haber, para pasarse al lado del deber. La inevitable debacle de la industria petrolera, si bien es cierto podrá demorar un cuarto de siglo, llegará, y con ello, cambiará radicalmente la forma de analizar las finanzas públicas, así como de construir los instrumentos presupuestarios.
Hasta ahí, los principales flujos financieros, lejos de contribuir en forma relevante a sufragar los gastos públicos, se desarrollan y desenvuelven de manera independiente a la administración tributaria, la cual, se ha concentrado en los ramos que tradicionalmente fondean el presupuesto federal, esto es, el ISR y el IVA, adicionados de manera importante por el IEPS.
La industria sin chimeneas muestra un claro crecimiento de visitantes, pero una disminución en su aportación al erario, ya que se ha degradado la calidad del turismo, en términos de aportación efectiva, esto es, por un lado, los servicios mayormente se pagan en el lugar de origen, y por otro, el perfil de visitante corresponde a sujetos de consumo modesto. La percepción en los centros turísticos ha menguado lo cual es notorio en los gastos de mantenimiento y expansión, salvo tratándose de grupos turísticos con cercanía al oficialismo, que........
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