Extraterritorialidad
Es difícil saber si debemos escuchar condescendientemente, o con preocupación, las declaraciones de quienes “negociaron” el infausto T-MEC. Se trata de personajes que acumulan en su historial muchas peripecias, pero su trayectoria es pobre en acciones ejecutivas que involucren al gobierno del vecino país. Destaca, por supuesto, Ildefonso Guajardo que, con inusitada soberbia, hace tronantes afirmaciones, cuando todos sabemos que llegó al puesto sin experiencia administrativa internacional, y que todo su bagaje en negociaciones en el exterior se formó en tan sólo una administración.
Es cierto que su historia es meritoria, ya que analizando su trayectoria sería difícil pensar que algún día sería ministro en un gabinete federal. Los tricolores siempre pensaron que la cartera pertenece a Nuevo León, por lo que se la entregaron, sin chistar, a quienes los regios propusieron. Hoy, sale a decirnos que, de haber fuertes aranceles, el tratado estaría muerto, sin advertir que lo último que le preocupa al próximo presidente de los Estados Unidos de América es tal instrumento, del cual, lo único que a él le atrajo, fue quitarle el nombre, ya que no acepta y no nos considera parte de América del Norte.
Es cierto, guarda la memoria de lo ocurrido en esa negociación, y por supuesto, resulta relevante tener el anecdotario presente. Pero el expertise en la diplomacia comercial no se adquiere en seis años, y en realidad, su visión sobre lo que sucedería al llegar Trump al poder, carece de referentes en lo que a la forma de operar del gobierno de las barras y estrellas respecta. Así es, no basta haber participado en una ronda o en una serie de visitas con respecto a tal tratado, se requiere de personajes que hayan dedicado toda una vida a la interrelación con los departamentos de estado, justicia, comercio y de seguridad interna.
La negociación que degradara lo que era un tratado de........
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