Morena camina aceleradamente hacía una nueva ruptura interna. Una vez más, el responsable de minar la unidad del partido oficial es el zacatecano Ricardo Monreal; el mismo que, entre otras muchas “travesuras” que podrían calificarse de “traiciones”, operó a mediados del sexenio pasado contra su organismo político para entregar a la oposición la alcaldía Cuauhtémoc, lo que en el tiempo resultó una apuesta fallida.

En esta ocasión, el actual coordinador de los diputados morenistas aprovechó su posición de liderazgo frente a la bancada para designar a sus cercanos como presidentes de la mayoría de Comisiones Legislativas que como partido les tocará encabezar, con el consecuente encono de los vicecoordinadores de la fracción, Alfonso Ramírez Cuéllar y Gabriela Jiménez.

Según los cálculos de los monrealistas, hasta el 80% de los diputados de Morena designados para presidir Comisiones estarán bajo el control de la dupla Ricardo Monreal-Pedro Haces, mientras que el resto muestra cercanía con Ramírez Cuéllar, o directamente con Claudia Sheinbaum, y alguno que otro responde a un liderazgo alterno, como es el caso de Marcelo Ebrard.

La operación para imponerse al interior de la bancada corrió a cargo de Pedro Haces, quien el pasado miércoles dedicó sus horas al interior del recinto de San Lázaro a ofrecer posiciones de secretarios de Comisión a sus compañeros diputados, a cambio de firmas de apoyo a la lista de nombres que Ricardo Monreal proponía para ocupar las presidencias.

La campaña tuvo resultados: para apoyar la lista de Monreal se consiguieron entre legisladores morenistas más de 150 firmas, con lo que lograron echar por tierra el acuerdo de nombrar por consenso en su sesión........

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