La decepción de las masas
¿En qué momento y por qué el Presidente de la República empieza a suscitar la reacción ciudadana expresada en el “fuera Petro”, “fuera Petro”, que se grita con vigor y espontaneidad en los estadios, aglomeraciones públicas y hasta en buses de turismo? ¿Cuándo se esfumó la magia del líder popular que en los hombros de las multitudes llegó a la Casa de Nariño?
El problema de la legitimidad del poder es siempre doble, dicen los tratadistas. Una cosa es la legitimidad de origen y otra la legitimidad del ejercicio. Esta última se debilita -y hasta desaparece- cuando los programas y proyectos que se ejecutan no se alinean con lo que le conviene a la ciudadanía. Cuando el interés del gobernante evidencia un capricho que se contrapone a los anhelos de mejoramiento colectivo. Es lo que hace Petro: quemar en el altar de su ideología las oportunidades de crecimiento y progresos nacionales. Además, en el inconsciente colectivo de los colombianos se instaló la memoria de que el socialismo siempre ha fracasado en América........
© El Nuevo Siglo Bogotá
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