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Tenemos madrina

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13.07.2024

Me remonto a inicios de 1999. Todos los venezolanos estábamos expectantes por la nueva etapa en la política nacional, aun sin estar conformes con el naciente gobierno entendimos que lo respaldaba una evidente mayoría de ciudadanos. Ese hecho se respeta en la democracia que debíamos y debemos fortalecer.

Mi atención se concentraba especialmente en las posibilidades de reforma del Poder Judicial. Formaba parte de él y era, en consecuencia, testigo de la necesidad de una renovación en los mecanismos de designación, control y permanencia de los jueces. Una prueba de su mal funcionamiento eran las sentencias dictadas el 19 de enero de ese año por la Sala Político Administrativa de la Corte Suprema de Justicia, quien ejercía las funciones de la actual Sala Constitucional y permitió de manera incongruente morigerar la supremacía constitucional, no por razones legales sino por temor a que el presidente Chávez convocara al pueblo frente a la sede del Máximo Tribunal como había amenazado.

Así fue permitida la convocatoria a una Asamblea Constituyente, sin reformar la CN1961 hecho que indudablemente ya constituía un mal presagio. Aprobada la Carta Magna tuve ráfagas de esperanzas con el fortalecimiento y apropiada delimitación de las instituciones.

Algunos constituyentistas embistieron fuerte contra las........

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