Las guerras del pacifismo
Predicar la paz como un acto de fe es una larga tradición política, eficaz para erigir un credo personal, alinear algunas fuerzas sociales, encontrar tres buenas frases. La paz como disyuntiva a la guerra y la muerte es indiscutible, una verdad de petrogrullo. Pero, en casi todas partes, la paz implica mayores riesgos y costos que el simple discurso y requiere siempre un poco de renuncia, algo de derrota, una parte de dureza y duelo.
El presidente parece seguro de que su voluntad será suficiente para encontrar fin a esas violencias disímiles y dispersas que tiene Colombia como herencia de guerras y negociaciones. Petro cree que se trata de un ejercicio dialéctico con ‘Iván Mordisco’, ‘Pablo Beltrán’, los duros de las bandas en las ciudades, ‘Chiquito Malo’ y otros. El eslogan de ese desorden que han dado en llamar la Paz Total podría ser algo así como, “tengo la inteligencia para persuadir y tengo la razón”.
A finales de la........
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