Golpes al aire
Las últimas encuestas en Estados Unidos parecen indicar que el reality ha terminado. El estilo Trump ha comenzado a fatigar. La furia, el desdén, el resentimiento contra las élites políticas e intelectuales, la denuncia del fraude permanente del establecimiento, la incorrección política, el aislacionismo han dejado de ser una novedad televisiva. Trump se ha gastado el escándalo y el insulto, el candidato imprevisible que alimentaba las cadenas de noticias durante horas es ahora un protagonista repetido. Tres campañas y una incansable exposición mediática en escenarios judiciales, políticos, sociales, han terminado por aburrir a una parte del electorado republicano. La audiencia más devota del expresidente sigue estando más o menos en el 35 % de los votantes de su partido, pero su encanto extravagante no atrae tanto a los liberales más ideológicos ni a los moderados republicanos. La lucha libre de todos los días comienza a verse muy........
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