Déjenme divagar
Desde el país de la balleza florecen las oportunidades de salvar a la humanidad de las grandes catástrofes. Guardar el petróleo en el núcleo de la Tierra para evitar las guerras. El petróleo del Esequibo debe ser una señal de vida entre las rocas subterráneas y el carbón colombiano debe cubrirse con un manto de vida; y desde el subsuelo iremos al aire para poner a girar los molinos en La Guajira, el segundo lugar del mundo con el viento más poderoso, donde los indígenas convertirán el aire de sus dioses en recursos para sus comunidades. Y ya que hablamos del aire, he ordenado construir la gran pista internacional del norte de La Guajira, donde aterrizarán los turistas que embrujamos en Davos, porque queremos que la opulencia del norte traiga equidad al sur. Tome nota, Aeronáutica Civil, con letras mayúsculas: pista área en el dorado desierto de La Guajira, el otro Dorado, donde el sol nos librará........
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