Utopía para ti
En medio de contextos convulsos y en los que nos percibimos en situaciones de escasez –económica, social y de ilusiones–, las utopías pierden peso y le ceden paso al pragmatismo de lo concreto. Aparece, entonces, una moral cínica que es la que colorea, de vez en cuando, el alma nacional y que tiene en la clase política su máxima expresión, salvando las siempre poquitas excepciones. Ese pragmatismo que reclama medidas extremas nos está llevando a pasar por agua tibia situaciones límite en las que, si se logra el objetivo, todo vale. “Roba, pero hace obra” es, en ese sentido, la consigna de esa moral cínica que parece ser el statu quo general.
Pero siempre se puede ir contra el statu quo y a contracorriente. Y, a diferencia de lo que se pensaba antaño sobre quienes construían utopías, la mayoría de las veces calificados de románticos soñadores, hoy........
© El Comercio
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