No es el fin del mundo
Si uno se guía por los titulares, pensaría que estamos destruyendo nuestro planeta, que cada día estamos peor y que, si no tomamos medidas drásticas pronto para revertir las tendencias, llegaremos a un punto sin retorno.
Da la impresión de que los huracanes, las inundaciones y otros desastres naturales están causando mayores daños a la humanidad. El apocalipsis es el tema de un sinnúmero de películas populares y cada vez más hay quienes proponen el decrecimiento económico y no tener hijos. Con razón, va en aumento la ansiedad, sobre todo entre la gente joven.
En su nuevo libro, “No es el fin del mundo” (“Not the End of the World”), Hannah Ritchie de la Universidad de Oxford nos advierte contra tal pesimismo. Hay grandes problemas ecológicos, pero ella argumenta que el catastrofismo no está basado en la evidencia. En su lugar, hay razones para ser optimistas, de manera racional, acerca del futuro del planeta. No hay por qué pensar........
© El Comercio
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