Disímiles fueron los temas que se expusieron durante los días del recién finalizado XII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), tanto en espacios informales como en las comisiones de trabajo y las sesiones plenarias. Casi todos resultaron interesantes y sabiamente argumentados.

Uno de esos tópicos recurrentes fue la importancia del estudio de la Historia. Desde diferentes aristas, más de un delegado o invitado se refirieron a cuán importante resulta. Yo mismo, en mi condición de delegado, quise apuntar algunas ideas en la última sesión plenaria.

Considero que no habrá formación político-ideológica —uno de los aspectos, por supuesto, que siempre salen a colación en espacios como el del XII Congreso de la UJC— ni en la UJC ni en ningún lado sin conocimiento de los principales procesos sociales, económicos y políticos a lo largo de la historia de la humanidad. Mucho menos, si se desconocen o se conocen solo de modo superficial los hitos de la historia de la patria.

Es importante entender mínimamente los grandes acontecimientos de la Historia Universal, como el descubrimiento de Las Américas, la colonización europea del Tercer Mundo, la Revolución Francesa, las luchas independentistas en este hemisferio, la Revolución Socialista de Octubre, las conflagraciones mundiales, la llamada Guerra Fría, la descomposición del campos socialista… Esto permite situar los dilemas actuales de Cuba en el sistema de relaciones históricas internacionales del que no se puede pretender desligar a la nación cubana.

A su vez, en la historia de la patria están las bases cognitivas esenciales de las actitudes políticas y de las ideologías de los cubanos. Por eso es necesario superar el enfoque reproductivista y esquemático muchas veces prevaleciente en la enseñanza de la Historia. Hay que transitar de la macrohistoria a la historia de los contextos específicos definitorios, a la historia de las subjetividades que impulsaron a los hombres y mujeres, para que se entienda cómo circunstancias humanas han desatado revoluciones y resistencias en la Mayor de las Antillas.

Los mejores referentes para superar los desafíos actuales son pretéritos. En tiempos de resistencia debe interpretarse a Carlos Manuel de Céspedes, cuando en 1868, a pocas horas de alzarse contra la metrópoli española, quedó solo con una decena de combatientes y no claudicó; debe analizarse la osadía de Antonio Maceo y los radicales de Oriente, quienes en 1878 superaron en hidalguía a los tibios que pactaron en Camagüey la paz sin independencia; debe admirarse la tenacidad de los sobrevivientes en 1956 a la debacle de Alegría de Pío, que en poco más de dos años aniquilaron a la tiranía batistiana.

Enséñense bien los contextos del pasado. Explíquense correctamente las tareas históricas de las sucesivas generaciones de cubanos. Practíquese así y se habrá hecho política y labor ideológica.

QOSHE - A la vuelta del Congreso: la importancia del estudio de la Historia - Ariel Pazos Ortiz
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A la vuelta del Congreso: la importancia del estudio de la Historia

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09.04.2024

Disímiles fueron los temas que se expusieron durante los días del recién finalizado XII Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), tanto en espacios informales como en las comisiones de trabajo y las sesiones plenarias. Casi todos resultaron interesantes y sabiamente argumentados.

Uno de esos tópicos recurrentes fue la importancia del estudio de la Historia. Desde diferentes aristas, más de un delegado o invitado se refirieron a cuán importante resulta. Yo mismo, en mi condición de delegado, quise apuntar algunas ideas en la última sesión plenaria.

Considero que no habrá formación político-ideológica —uno de los aspectos, por supuesto, que siempre salen a colación en espacios como el del XII........

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