Cuidar los Votos (1)
El proceso electoral del 28 de julio (28J), se llevará a cabo, querámoslo o no, y bajo la tutela o conducción del CNE, que bien sabemos cuál es su orientación y preferencia; nada hay que podamos hacer al respecto y continuar en la posición o con el discurso acerca de su falta de “neutralidad” o de “condiciones electorales” no aportará nada y probablemente solo contribuya a desmoralizar a algunos opositores, que es en realidad uno de los objetivos del gobierno. La decisión es simple, seguimos o no en la vía electoral; dado que seguimos, sabia decisión, lo que corresponde es evaluar que podemos hacer para contrarrestar esa falta de condiciones y de neutralidad del organismo electoral.
El aporte de la Primaria.
Si algo quedó claro con la celebración de la Primaria de octubre de 2023, es el rescate de la importancia de la vía electoral y del valor del voto para tomar decisiones. A pesar de los “pájaros de mal agüero” y de los malos augurios de algunos, con respecto a que no “había condiciones” para celebrar el proceso y que habría una “respuesta tibia” del electorado, los resultados demostraron lo contrario. Tan es así, que −infructuosamente− se trató de desconocer por diversas vías, no solo el resultado del proceso, sino todo el proceso en sí. El resultado es que hoy nadie niega el valor del voto como expresión de la voluntad popular y genuino legitimador del liderazgo.
Ahora bien, todos sabemos que los peligros y amenazas no han cesado y que nos espera un recorrido lleno de obstáculos y dificultades; por lo tanto, tenemos que estar preparados, dejando de lado el triunfalismo y el pesimismo −más pernicioso aun− y organizarnos, de la manera más adecuada y eficiente, para garantizar un resultado favorable al anhelo de cambio del país el 28J. Obviamente no puedo abundar en el complejo tema organizativo, no es ni apropiado ni posible; pero sí, reflexionar en algunas ideas. Sobre todo, en las dos amenazas que he mencionado, el triunfalismo y el pesimismo.
Algunas cifras.
Solemos hablar −especialmente el gobierno− de números absolutos en los procesos electorales y se llevan a porcentajes sobre el total de votantes; pero, cuando hablamos de porcentajes sobre el total de posibles electores, ese apoyo popular al actual gobierno o a su candidato, según encuestas, encuestadores y “opinadores”, es bastante escaso, apenas oscila entre el 15% y el 18%, en el mejor de los casos; mientras que el deseo de los venezolanos de que haya un cambio político en el país, al parecer remonta al 80% y el 85%. Manejando las cifras en favor del gobierno −para no ser triunfalistas− y redondeando el........
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