José Gato Briceño: Niños en prisión. Madres monaguenses sufre calvario
La dramática realidad venezolana es un claro ejemplo de los abusos de poder y violaciones de derechos humanos que ocurren en regímenes dictatoriales. La detención de menores de edad y su clasificación como “delincuentes terroristas” es una práctica sistematica maligna para silenciar a la oposición y mantener el control sobre la población.
En este contexto, la justicia se convierte en una herramienta política para reprimir a los disidentes, en lugar de ser un sistema imparcial que busca la verdad y la justicia. La falta de independencia de los poderes públicos, de transparencia y la manipulación de la información son características comunes del comunismo para perpetuarse en el poder.
Es importante recordar que la edad de responsabilidad penal varía según la legislación de cada país, pero en general, los menores de edad deben ser tratados de acuerdo con sus derechos y necesidades específicas. La detención y el procesamiento de menores de edad como adultos es una clarísima violación de sus derechos humanos.
Nuestro deber como dolientes de esas criaturas quienes conformarán la sociedad del futuro, además de haberles robado las oportunidades de vivir en un país libre y sin carencias de todo tipo, es permanecer en la acción y la denuncia de estos abusos y exigir el trato legal que corresponde, especialmente los más vulnerables, amén de que son actos amedrentadores y aberrantes que nunca han debido suceder. La comunidad internacional debe condenar y sancionar a estas alimañas, herederos del traidor mayor a la patria, hoy felizmente difunto, para que cesen con estas prácticas y exigir que se tomen medidas reales para proteger a los menores de edad y a todos los que están siendo perseguidos por sus ideas políticas.
Según todos los........
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