Eduardo Galeano: ”Aquél había sido oficialmente declarado ‘el año de la paz en Guatemala’. Pero ya nadie pescaba en la zona de Gualán, porque las redes atrapaban cuerpos humanos. Hoy la marea devuelve pedazos de hombres a las costas del río de la Plata. Hace diez años, los cadáveres aparecían en las aguas del río Motagua o eran descubiertos, al amanecer, en los barrancos o al borde de los caminos: esos rostros sin rasgos no serían identificados jamás. A las amenazas sucedían los secuestros, los atentados, las torturas, los asesinatos.

La NOA (Nueva Organización Anticomunista), que proclamaba operar ‘junto al glorioso ejército de Guatemala’, arrancaba la lengua y cortaba la mano izquierda de sus enemigos.

La MANO (Movimiento Anticomunista Nacionalista Organizado), que funcionaba en la órbita de la policía, marcaba con cruces negras las puertas de los condenados. En el fondo del lago San Roque, en Córdoba, aparecen cuerpos sumergidos con piedras, como encontraron los campesinos guatemaltecos, en las cercanías del volcán Pacaya, un cementerio clandestino lleno de huesos y de cuerpos en descomposición”.

Fascismo imperialista en los medios…

Mis ojos se posan sobre los titulares encarnizados como una órbita concebida de antemano justificando el genocidio palestino como si ella y solo ella, la resistencia, fuera culpable y no víctima del brazo armado imperialista, y es cuando se opera la apertura del principio de la oquedad sobre la boca de mi estómago, como un vértigo, una inclinación al vacío impulsada por la corriente de indeseables afincados en la especulación. Soplo que provoca mi erupción, castigo a los culpables, del que se apropia de sus tierras y al desgarro de sus vidas coloca dedo al gatillo, de la guerra porque sí, sobre el misil y sobre la explosión la voladura de dinamita y sobre la lanzadera la bomba al estrangulamiento del corazón precipitando los principios de la orfandad, la negación del derecho a la vida y expansión de la miseria enarbolando hambrunas, donde quienes las fomentan controlan las riendas de la humanidad para la perpetuación de la alienación a la paz de la sumisión. Me soñé por segundos una pibita de corta edad y la imagen de mis padres sobrevino debatiéndose entre la vida y la muerte del hijo desaparecido. Inocente mi mirada se aferraba luchando contra la lágrima y la incomprensión del dolor, y el abrazo de mamá posó un beso en la frente, brindó el sufrimiento de otros niños que nunca........

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