Por Maxime Doucrot*

Radios portátiles usados por Hezbollah estallaron en diversos puntos de Líbano el miércoles, en una segunda ola de explosiones mortales, mientras el ministro israelí de Defensa declaró que su país ha entrado en “una nueva fase de la guerra” en su frontera norte. Por lo menos 20 personas murieron y 450 resultaron heridas por las detonaciones, informó el ministro libanés de salud

Este nuevo hecho se producia 24 horas después de que las explosiones de miles de bípers causaron la muerte de 12 personas y heridas a otras 3 mil, en un ataque sin precedente del que Hezbollah culpó a Israel.

Primero fueron los beepers –buscapersonas- de miles de miembros del Hezbollah los que detonaron casi en simultáneo y luego los celulares y “woquitoquis”, causando más de una treintena de muertos y más de tres mil 500 heridos y el colapso del sistema de salud libanés que no estaba preparado para recibir a los 2.800 integrantes del Hezbollah que el martes 17 de septiembre llegaron heridos por esas explosiones.

En sólo dos jornadas hubo al menos 32 fallecidos y más de 3.200 heridos, muchos de ellos de suma gravedad. Entre los muertos hay dos niños, uno de 8 años y una niña de 10 y entre los heridos resultó lastimado en su mano el embajador de Irán en Beirut.

Esos artefactos personales –comprados por Israel a comienzos de año para burlar a la inteligencia enemiga- empezaron a estallar generando una situación caótica y brutalmente dantesca.

Esos artefactos comenzaron a explotar -a las 15:30 del 17 de septiembre- al recibir un mensaje encriptado que parecía provenir de la jefatura del Hezbollah pero que en realidad era el disparador de la detonación.

Así, una tecnología que había sido adquirida para evitar ser detectados, interceptados y geolocalizados por los servicios de Inteligencia enemigos, en especial, los de Israel, se convirtió en una trampa letal que provocó todo lo contrario. Y que abrió una «Caja de Pandora» imprevisiblemente violenta que nadie imagina hasta dónde llegará.

Es más, al día........

© Kaos en la red