La Sra. Niubó y la secretaria de un boss de la OCDE
Querida Esther,
Me dirijo a ti con esta franqueza, porque me pongo en tu piel y yo estaría bien indignada. Mientras sigamos viviendo bajo el dominio de estos círculos exclusivamente masculinos y machistas como el de nuestros respectivos jefes, tú y yo, como mujeres, seguiremos siendo invisibles y ninguneadas, relegadas a ser meras oficinistas, eso sí, muy eficientes. ¿No te subió la presión y estuviste a punto de sufrir una embolia cuando viste que tu president, Salvador Illa en persona y mi boss, Andreas Schleicher, parecían pichones haciéndose carantoñas mientras firmaban el acuerdo de gobierno para enderezar el desastre educativo de tu país? ¡Solo les faltaba el puro y la copa del coñac ese vuestro que llamáis “Soberano”, que “era cosa de hombres”! Ay, chica, es que acabo de leer el libro de Martine Delvaux, que explica cómo funciona eso de la fraternidad entre los varones en los Boys Clubs y estoy muy concienciada de ello. Te lo recomiendo, reina. Nunca había visto nuestra condición subalterna tan claramente. ¿Que no lo tendrías que haber firmado tú, como consellera de Educació, este acuerdo? Mira que no te pase como a mí, que tenía que convertirme en directora de Educació i Competència y mírame ahora, relegada a secretaria, llevándole la agenda al capo de la OCDE.
En fin, déjame que me presente,........
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