Cántala otra vez, Omara
A mi padre: gracias por darme la música
La última vez que la vi cantar fue en un pueblo del Mediterráneo. Recuerdo que Diego el Cigala, que cantaba a su lado esa noche, se quedó observándola varias veces. La expresión del cantaor gitano repetía el asombro de los que aplaudíamos sus proezas vocales en el patio de butacas colocado frente al mar. Omara Portuondo no estaba de vuelta, porque Omara Portuondo nunca se fue. Me lo advirtió en una conversación que tuvimos en 2014. A propósito del tour de despedida de Buena Vista Social Club, dijo que si la banda insistía en desintegrarse –decisión con la que no estaba de acuerdo–, ella seguiría avanzando en su camino.
Su dificultad para permanecer varias horas de pie y el olvido de las letras de algunas canciones manifestaba los primeros signos de una fragilidad que pasaba desapercibida cuando animaba al público a levantarse dando enérgicas palmas, o cuando se recogía el ruedo del vestido mirando a uno de los caballeros que la admiraba desde la primera fila. Hoy circulan los titulares que anuncian su........
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