Feijóo ya es consciente de la potencia del cañón mediático de Sánchez

“Una portada de El Mundo y dos comentarios de Federico (Jiménez Losantos) han sido suficientes para hacer cambiar a Alberto Núñez Feijóo su postura con respecto a la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Se asustó”. Esta frase adquirió una apariencia de verdad hace unos días gracias a que fue repetida una y otra vez por los periodistas más cercanos al Gobierno, después de que el Partido Popular decidiera abandonar esta negociación.

Una portada y dos críticas... Quien acuñó ese argumento puede estar seguro de que se ha convertido en una certeza para muchos. Para la mayoría de la izquierda española quizás, que seguramente no tenga en cuenta la opinión del PP sobre la reforma del delito de sedición que persigue el Gobierno. Es lo de siempre. Mientras los populares tratan de mantenerse a flote -en un mar de desidia, desnorte y somnolencia-, en el PSOE saben muy bien cuál es la estrategia a seguir para que el cronista que escribe la historia de la España contemporánea mantenga su despacho en Ferraz. Es el que redacta una y otra vez el mantra de que la derecha sólo es democrática cuando accede a conceder lo que le piden los socialistas.

Mientras Núñez Feijóo posa para los fotógrafos con jersey de profesor de filosofía de secundaria -¿por qué hizo eso?-, los socialistas andan ocupados en otras tareas de mayor relevancia que les garantizarán el poder sobre la opinión pública tanto desde Moncloa como cuando estén en la oposición. Los fontaneros de Ferraz -donde moran 'Los Migueles', conseguidores de primera- vieron hace un tiempo la posibilidad de medrar en Mediaset España ante la decadencia del modelo de televisión de Paolo Vasile. Es decir, su consejero delegado, que caerá en las próximas semanas, pero cuya cabeza ya se la pidió el PSOE a Silvio Berlusconi cuando Vasile quiso entrometerse en los planes de........

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