Queridos lectores, estoy bien. Reconozco que he pasado una semana desoladora y muy preocupada, porque después del desastre de la DANA en Valencia, habiendo muchas personas aún desaparecidas, incluso niños, muchos muertos, muchas personas que lo han perdido absolutamente todo, nada tan tranquilizador como escuchar a nuestro amado líder que él está bien.
Hay que agradecer que tenga esta empatía con la ciudadanía y que no se demore a la hora de comunicarnos cómo se encuentra, porque estábamos todos con el alma en vilo, tras ver esas horripilantes imágenes en las que él solo se enfrenta a la división Totenkopf y a miembros de las Schutzstaffel. Solo había que ver como ardían las redes sociales de la gente de bien de este país y algunos patrióticos periodistas con mensajes del tipo: “lo han reventado a palos”. Lo cierto es que yo solo vi un palo volando por el aire y aterrizando a un par de metros de nuestro excelentísimo presidente, pero será que me tienen que graduar mejor las gafas. Con lo guapísimo que es, estuve en un sinvivir pensando qué trágico sería que hubieran desfigurado su hermoso rostro pero, gracias a la un halo de protección que debe haber puesto el mismísimo Dios sobre nuestro Adonis presidencial, pudimos comprobar, en la rueda de prensa posterior al atentado terrorista perpetrado por la mega turbo ultra derecha, que conserva la misma cara de siempre.
Esta terrible tragedia nos ha servido para descubrir que la Comunidad Valenciana es un nido de nazis que campan a sus anchas por todas las zonas afectadas, repartiendo comida, agua, ropa y útiles de higiene a la gente,........