Un chaval de 25 años, cuyo máximo triunfo en la vida ha sido dar patadas a un balón desde los 14 años, y hacerlo muy bien por lo visto, proclama al mundo que hay que frenar a la ultraderecha y votar a la ultraizquierda y todo el mundo encantado. Nuestros políticos le hacen la ola y los ciudadanos que insisten en tragar cada cambio de opinión de Sánchez le aplauden con las orejas. El chaval no puede presumir de estudios ni de formación, precisamente. Sí puede presumir de, a su corta edad, ser un multimillonario que puede permitirse decirle a los franceses, incluso a los que ganan 1.400 euros al mes, lo que tienen que votar, mientras él se va con un contrato millonario a vivir a otro país. Y la gente lo aplaude.
Ahora bien, si eres un músico, compositor y productor consolidado, que ha dedicado toda su vida al mundo del espectáculo, acumulando éxito tras éxito, convirtiéndote también en empresario y creando cientos de puestos de trabajo, no te puedes permitir decir que no eres de izquierdas ni comunista porque no eres idiota y has viajado.
Cómo se te ocurre, Nacho Cano, decir estas barbaridades o mostrar tu agradecimiento a Ayuso por no haber cerrado los teatros durante la pandemia y haber mantenido la ciudad de Madrid viva. ¿Acaso no sabes que el mundo de la cultura es de izquierdas? ¿Que en este país cualquier hortera sin talento, vestido de capitán piruleta en una alfombra roja, puede mendigar dinerito del Gobierno para........