Tras años de disputas, polémicas, protestas y golpes de Estado extraordinariamente chapuceros, el procés ha terminado. Aunque es perfectamente posible que los partidos independentistas vuelvan a las andadas en un futuro más o menos lejano, lo cierto es que ahora andan más preocupados de buscar acuerdos en el Congreso y aprobar leyes que en absurdas cruzadas quijotescas intentando conseguir la secesión.
Veremos lo que les dura, y si esto es definitivo o una pausa. Sea lo que sea, creo que es un buen momento para hacer balance sobre el resultado final de esta década de conflicto político, y ver quién ha sido el gran perdedor en esta disputa. Para ello, podemos mirar los datos y ver que todos los indicadores se mueven en una misma dirección: Cataluña se ha quedado atrás.
Empecemos por la educación. El mes pasado se publicaron los resultados del informe PISA, comparando los niveles educativos de los colegios en toda la OCDE. Los resultados de los alumnos catalanes fueron espantosamente malos, a la cola de todas las comunidades autónomas. Dado que Cataluña es una comunidad rica, estos resultados son doblemente decepcionantes. Lo más grave, no obstante, es que no deberían tomar a nadie por sorpresa, ya que la tendencia en informes anteriores ya era más que preocupante.
El pequeño problema es que, durante los últimos años, de esto no se había hablado en Cataluña en absoluto. A pesar de que el gasto educativo por alumno es de los más bajos del país, la Generalitat no ha hecho más que hincharse la boca hablando de la Escola catalana y........