Este 2024 empezó con una certidumbre para todos los analistas e inversores: habría bajada de los tipos de interés por parte tanto de la Fed como del BCE. Con ese ánimo empezó el año y eso no le vino bien a nuestro principal índice bursátil debido al peso que tienen los bancos en él. Para las entidades financieras los tipos altos han sido muy rentables y el comienzo de un periodo que se adivina largo, de un coste del dinero cada vez menor, no los hacía brillar como en 2023. Además, el Ibex volvía a sufrir la ausencia de cotizadas tecnológicas que sobreponderen en el índice. Así que los máximos históricos de Wall Street que llegaron a finales de enero gracias al empuje de las llamadas “7 Magníficas ”, apenas se notaban en la bolsa española. De hecho, el Ibex no superó los máximos de 2023 (10.300 puntos) hasta comienzos de marzo, y estuvo cotizando por debajo de los 10.000 puntos hasta mediados de febrero, teniendo uno de los peores comportamientos dentro de los índices europeos.
Parecía que, de nuevo, nuestro índice iba a quedarse regazado por culpa de su composición: demasiados bancos y pocas tecnológicas. Pero dos hechos cambiaron tal posibilidad. Primero, las continuas declaraciones de los bancos centrales retrasando las bajadas de tipos que se habían descontado en primavera. Segundo, los resultados de Inditex del 13 de marzo, que ese día subió casi un 8%, y siguió en ascenso........