Palacio de la Moncloa.
En la habitación contigua a la sala de masajes, las tailandesas han tenido que habilitar una ídem efímera para masajearse entre ellas, porque Jisperson les viene últimamente con unas contracturas tan gordas como miserables son sus negociaciones para la investidura, y acaban agotadas la jornada laboral. En la sala original, anda ahora el susodicho, boca abajo en la camilla, y con dos tailandesas encima aporreándole con los pies. Aunque está más tranquilo tras el sí de Junts, lo gordo viene la semana que viene, y en su cabeza suena la voz en off de Mariabegoña, que le dijo anoche:
-Te quiero invicto, gladiador.
Al estrés que este reto machoálfico le produce, se une hoy una llamada de Ursula Von der Follen, que le ha manifestado sin anestesia (“I have enough with Ukraine and Israel. Behave yourself!”) su lógico desasosiego ante las imágenes de la policía gaseando peña en Madrid y dos noticias que le llegan de España:
Los anteriores hechos, junto a las quejas que diferentes partidos, personas e instituciones van trasladando a Europa, han producido dos reacciones paralelas en la Banda del Poni:
Por un lado, el comisario de Justicia de la UE nos ha mandado una carta pidiendo información sobre la amnistía (Bolaños le he respondido algo entre el “Pero a ti, ¿qué más te da?” de Patxi y el clásico “¿tú eres tonto, o te lo haces?”, y que ya si eso hablarán cuando la ley esté........