Pedro, es mejor que no

Pedro, de verdad, déjalo. Yo creo que lo que te ocurre es que no puedes hacer casi ninguna otra cosa, porque lo que tienes a la derecha (haciendo una salvedad con las cosas que ahora dice Arrimadas) se parece muchísimo a las hienas que salían en la peli El rey león, y lo que tienes a la derecha de esa derecha son hienas de verdad. Y en esas condiciones ¿qué puedes conseguir?

¿Un Gobierno de progreso, como no dejas de repetir? No, eso no será un gobierno de progreso. Eso será otra cosa. Un ring, una cena de empresa (por Navidad) de los Corleone con los Barzini, el plato de lentejas que Esaú le compró a Jacob a cambio de su futuro, yo qué sé. Pero no un Gobierno de progreso, porque ese Gobierno lo que tendría que hacer es gobernar, y tú, si te sale lo que intentas, no vas a poder, te pongas como te pongas.

Fíjate que estoy dando por supuesto (que ya es suponer, ¿eh?) que Iglesias y los suyos van a continuar, durante el tiempo que haga falta, transmutados en frailes cartujos, que son callados, obedientes y hacen jabón de olor, por lo menos los de Miraflores. Pero los otros, Pedro, la gente con la que llevas negociando tú sabrás qué desde hace semanas, los nacionalistas de ERC… ¿De verdad te crees que van a apuntalar tu “Gobierno de progreso” sin avanzar claramente hacia lo que quieren, que es la independencia de Cataluña? Puede que ahora les convenzas de que esperen un poco, tampoco creas que demasiado, pero ¿has llegado a creer, siquiera por un momento, que van a renunciar a su sueño? ¿En serio?

El “nacionalismo de izquierdas” es una de las leyendas urbanas de la Transición, como lo de la Coca-Cola que disuelve la carne o los dientes

Como en aquel cuento siniestro de la rana y el escorpión, hay cosas que están en la naturaleza de las personas, o mejor aún, de las personas que se dejan embriagar por sueños y utopías. Tú pareces convencido de que los nacionalistas de ERC son, antes que nacionalistas, gente de izquierdas. No es verdad. Te equivocas, Pedro. El “nacionalismo de izquierdas” es una de las leyendas urbanas de la Transición, como lo........

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