Enero entró como un mal presagio del año que estaba por echársenos encima. Tras una sesión de investidura precipitada, esperpéntica y excesiva (¡cuánto llanto y bronca juntas en una misma jornada!), poco faltó para que la cabalgata de Reyes se celebrara en la carrera de San Jerónimo. Pero Pedro Sánchez consiguió su investidura in extremis con las abstenciones de ERC y Bildu, además del apoyo de Podemos. Le amargaron el roscón y el chocolate a unos cuantos, y acabaron por convertir el Gobierno en un pesebre para nacionalistas y demagogos, mientras en Wuhan alguien se antojó de sopa de murciélago.
Faltando poco para unas fiestas navideñas sumidas en la quiebra anímica y económica, conviene dedicar La Polaroid de la semana al peor año en décadas: un 2020 marcado por una pandemia de coronavirus a la que ni los gobernantes tomaron en serio cuando se supo de ella y que llegó, funesta,........