La reaparición de Pablo Iglesias cierra el ida y vuelta diseñado por el líder de Podemos tras el bofetón de las urnas en Madrid. Se quitó de la vista para el control de los daños. Todo el aluvión para Pedro Sánchez abocado a una remodelación de Gobierno en la que escabechó a aquellos que le acompañaron en la reconquista del PSOE tras salir por la ventana del Comité Federal e intentar una votación detrás de un biombo. Como dicen los del tiempo, los modelos predicen la apertura del pasillo de las borrascas. En el radar de la política española aparecen las turbulencias propias de un período inestable. Ni siquiera se puede hablar de una italianización de la política española. Como dice Felipe González el fenómeno no es posible sin italianos.
El ciclo político comenzado con el “no es no” de Sánchez agota otra fase antes de empezar una muy parecida tras las siguientes elecciones generales. La legislatura ha entrado en una zona de sombra. Hay interferencias en las dos direcciones del Gobierno. Entre las partes andan a rastras, se dejan llevar por unos acontecimientos inabarcables para la formación de muchos de los nombrados en el BOE para su cargo público. El presidente se empeña en gobernar desde una foto. La imagen del jefe del Gobierno español al........