El presidente miente cada vez que abre la boca y lidera una campaña contra la prensa libre y la independencia judicial; la Santa Mujer del presidente firma cartas de recomendación a empresas con las que está relacionada y estas empresas reciben millones de euros de los contribuyentes gracias al marido de la Santa Mujer del presidente; una vicepresidenta comete un delito ante de las cámaras de televisión (difundir información reservada sobre un contribuyente); el presidente ha sustituido las ruedas de prensa abiertas al cuestionamiento periodístico por el género epistolar, y se afana descaradamente en la eliminación de los contrapoderes que mantienen sana la democracia; otra vicepresidenta manda a la oposición a la mierda ¡desde su escaño en el Congreso! Este es el panorama.
Algunos podrían pensar que el presidente y sus secuaces (léase Gobierno) toman a los ciudadanos por Pueblo, es decir por una hipnotizada recua de burros y burras. Yo, francamente, voy más allá, creo que efectivamente lo somos. El llamado Pueblo suele ser masoquista, bruto y donde parece sentirse más a gusto es pastando en rebaño. El mayor triunfo del sanchismo es haber convertido a una enorme cantidad de ciudadanos españoles en Pueblo. El Pueblo anhela siempre, secretamente, la llegada de un Amado Líder. Y........