Pensaba todo el mundo que andaba por la Mareta y aparece en Marrakech. El presidente del Gobierno había pasado toda la semana en Madrid, contestando cartas de fans como Feijóo, grabando vídeos electorales y organizando pactos y referéndums con Puigdemont y otros amigos de España, como diría Emejota Montero. Estaba trabajando y no tomando cañas, pese a lo que pensaban algunos criticonesde su partido, que le tienen por un personaje de costumbres algo disipadas.
Y este martes, ya de anochecida, nos enteramos por la prensa marroquí de que Sánchez se encuentra en Marrakech. Lo normal. Todo lo que sucede entre este presidente y el vecino del sur nos enteramos siempre por la prensa de allá. Así fue con el volantazo del Sáhara. Y con el plantón de Mohamed a la comitiva española del pasado febrero, casi una docena de ministros en la alegre excursión que se quedaron con las ganas.
Y ahora, el reposo estival de su persona. La agencia Efe, por salvar la honrilla algo deteriorada, se hizo eco de los gacetilleros marroquíes y confirmó la novedad, haciendo especial hincapié en que Sánchez y su familia se habían desplazado a Marruecos en visita privada, pagando de su bolsillo y en vuelo........