Entre secesionistas y corruptos está el juego
¿Qué habrá prometido Sánchez a ERC para que este partido secesionista tenga más o menos decidida la abstención? Lo que sea. Da igual. Habrá dicho lo necesario para que los secesionistas presos y en libertad, incluso los fugados, digan que sí. Pero quizá, y he aquí la paradoja, sea ésta nuestra única esperanza: Sánchez desmiente sus propias promesas con la misma seguridad con la que las hace, y en tiempo récord. No se preocupen. Puede ser que el presidente en funciones haya dicho a través de los dos estadistas que le representan, más el del PSC, que Cataluña es una nación política dentro de un Estado con resaca franquista, que el conflicto catalán solo tiene por solución el que pongan cajas transparentes con ranura, y que Torra ya no es un "es un racista, el Le Pen de la política española", sino el Obama de Gerona.
Sánchez tiene mucha prisa. El motivo es que cada día que pasa sus socios preferentes y su propio partido llenan las portadas con casos de corrupción de una envergadura mayor que la que motivó la censura de Rajoy. Se sabía lo del PNV. Era tan descarado que Xabier Arzalluz lo había escrito en su autobiografía:
“Nosotros hemos tratado siempre de autogestionarnos. (...) cuando alcanzas ya un cierto........
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