Andalucía: oligarquía y socialismo
¿Cómo era posible que el PSOE mantuviera la hegemonía política en una región que año tras año seguía en la cola de casi cualquier indicador de progreso? Podía ser que no hubiera una alternativa creíble, pero resultaba una anomalía democrática. En cualquier régimen representativo sometido a elecciones periódicas existe un atisbo de alternancia en el poder. Esto no ocurría en Andalucía a pesar de que la oposición conseguía alcaldías importantes. La solidez y fidelidad del voto socialista era inédita e incluso emblemática. Era la reserva espiritual del PSOE, la región roja por excelencia.
Sociólogos y politólogos se empeñaban en evacuar sesudas teorías interpretativas. Unos hablaban del espíritu izquierdista del andaluz como si fuera algo natural e inamovible. Otros de la recompensa a la decidida actitud del PSOE por la autonomía en el referéndum de 1980. Alguno se aventuraba a defender el voto clasista: el PSOE era el partido de la clase obrera, campesina y jornalera, y el PP el de los señoritos.
Los análisis servían también para catalogar o anatematizar a la oposición. Era una alternativa absurda, fuera de su lugar y de su tiempo, con candidatos........
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