Es el hombre de moda en el equipo de Pedro Sánchez. Él será, como responsable del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el encargado de apretar el botón nuclear de la disolución de las Cámaras y la convocatoria a elecciones generales. Él indicará al Jefe cuándo es el momento más adecuado para hacerlo. Y a la altura de este mes de julio, en puertas de las vacaciones de agosto, José Félix Tezanos, un histórico del guerrismo, ex secretario de Formación del PSOE y arquitecto del proyecto político del nuevo presidente, tiene clara una cosa: las elecciones por las que suspira buena parte de la ciudadanía se celebrarán en mayo de 2019 “como muy tarde”, para hacerlas coincidir con las municipales y autonómicas –una coincidencia que detestan los partidos nacionalistas- previstas para esa fecha, sin descartar que pudieran adelantarse en circunstancias excepcionales y siempre que las encuestas así lo aconsejaran.
Se trata de aparentar. Toda la estrategia del Gobierno de Sánchez se resume en aparentar que se lucha contra el rodillo pepero regenerando las instituciones (entregando RTVE a Podemos, por ejemplo); que se toman decisiones de gasto social (la última, esa humorada de subir las becas 100 euros a los estudiantes más desfavorecidos, porque nada serio que implique poner en peligro los equilibrios macroeconómicos se va a poder abordar, por fortuna); que se dialoga y negocia con el separatismo catalán, etc., etc. Aparentar. Una política de gestos, un teatrillo de marionetas con el que se intenta enmascarar la dura realidad de los 84 diputados y la aún más atroz de la falta de legitimidad de un Ejecutivo que no ha pasado por el crisol de las urnas y todo lo fía a una constante operación de imagen, una permanente campaña de agitación y propaganda servida por los medios de comunicación que le son afines, que son muchos, capaz de llevarle en volandas hacia esas generales donde espera forzar el milagro de la mayoría necesaria para aplicar un auténtico programa de Gobierno.
Un teatrillo de marionetas con el que se intenta enmascarar la dura realidad de los 84 diputados y la aún más atroz de la falta de legitimidad del Ejecutivo
Un programa que se va a intentar perfilar en estos meses y que, en el momento de la disolución, tratará de vender a los ciudadanos como “este es mi verdadero programa de Gobierno, lo que yo quiero hacer........