Sucedió en Archy, el famoso local de la madrileña calle Marqués del Riscal. Corría el mes de febrero de 1999, y aquella tarde hacía frío, un frío que fue aumentando con la llegada de la noche. Tan gélido estaba el ambiente que, pasadas las 22.30 horas, el encargado del local mandó al personal recoger enseres y proceder a una discreta retirada. Pero hete aquí que, de pronto, un grupo de buenos mozos, con el entonces príncipe Felipe a la cabeza, hizo su entrada en el local en medio de gran jolgorio. Sorpresa, quietos parados, y urgentes órdenes de ¡todo el mundo a sus puestos!, reapertura de las cocinas y sonrisas de oreja a oreja para servir a visita de tan altos vuelos.
La comitiva tomó apetitivos, cenó, bebió a gusto y disfrutó de la música casi en la intimidad. Hasta que, sobre las dos de la madrugada, el grupo se fue desintegrando paulatinamente sin que nadie se dirigiera al encargado para pedir la cuenta y abonar lo consumido. Los últimos en hacerlo fueron precisamente el Príncipe y un amigo, y a ellos, armándose de valor, se dirigió el responsable del local.
-Señor, perdóneme, pero… ¿quién se hace cargo de “esto”?
Felipe puso cara de chino recién aterrizado en Triana, evidenciando que las cuestiones de intendencia no eran precisamente su 'métier'. Momento de desconcierto roto por un joven pintón que, tras observar el gesto sorprendido del Príncipe desde la calle, entró raudo al quite:
-¿Mi señor, le están molestando? (sic)
El encargado (“Nunca se me olvidará esa frase”) recuerda perfectamente cómo el currutaco, uno de los mejores amigos del Borbón, le entregó con aire displicente una tarjeta de visita, al tiempo que musitaba un “parece mentira”, frase que salpimentó con un contundente “tendrá noticias nuestras”. Y, en efecto, las tuvo, porque a la mañana siguiente uno de los socios de Archy llamó, manos a la cabeza, al encargado para afearle la iniciativa, parece mentira, Fulano, que hayas tenido el poco tacto de cobrar al príncipe Felipe y bla, bla, bla…
Desde aquel mes de febrero de 1999 ha pasado mucha agua bajo los puentes y han sido muchas las vivencias que han trasformado el........