Nadal, un español ejemplar

«Me retiro del tenis profesional. Mil gracias a todos». Con estas palabras Rafael Nadal ha anunciado el fin de su carrera. Su último torneo será dentro de unas semanas, en Málaga, cuando juegue la Copa Davis con el equipo de España. El balance de sus 23 años de vida deportiva activa, con más de 1.000 victorias, de las cuales 22 han sido en Grand Slams, le hacen acreedor del título de auténtica leyenda del tenis, de la que pueden sacarse algunas aleccionadoras conclusiones, aplicables a bastantes ámbitos de la vida.

Nadie puede dudar de que en Nadal la virtud que más ha destacado ha sido su voluntad férrea e inflexible. Un deportista en el que resalta su fuerte presencia de ánimo y ganas de trabajar cada día en la pista, sea cual sea la superficie. Nadal ha sido algo más que ingenio y habilidad. Me refiero al esfuerzo. No hay espejo que refleje mejor la imagen del hombre que su trabajo. Sócrates, que fue hombre discreto, explicaba a su amigo Cristóbulo que el medio más corto y seguro de ser tenido como un hombre de bien consiste en trabajar para serlo. Esto es tan diáfano como elemental y alguien debió enseñar a Nadal que en el mundo del deporte, al........

© Vozpópuli