Un conflicto ridículo
Pere Aragonés ha conseguido que Pedro Sánchez se siente en su solemne despacho en el Palau de la Generalitat, en Barcelona, para plantar las bases de la mesa de diálogo ante el “conflicto catalán”, tal y como por vez primera ha reconocido el Gobierno central. Pedro Sánchez a su vez consigue la estabilidad necesaria para continuar la legislatura y poder aprobar los presupuestos. Si ambos cumplen sus compromisos, evidente. Con puntualidad británica los presidentes se encontraban a las tres de la tarde, en una imagen oficial de cordialidad y frente la mirada de periodistas nacionales e internacionales. No es una cita cualquiera. A ambos, tanto en su primer saludo como tras las casi dos horas de reunión, se les ha visto cordiales, distendidos, conversando de forma fluida, pese a que la mascarilla oculta una parte importante de........
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