Querría hablar de asuntos serios. No es que no considere importantes estas cosas de Sánchez, fotografiado por Koldo García, abrazados él y Aldama, sonrientes los dos. Todo eso es importante, ya lo creo. Importante debe ser también saber quién ha filtrado esa foto, o las veces en que la señora del presidente se reunió con el comisionista de marras. Será importante, pero no es serio, sensato. Que las cosas sean graves no significa que sean serias. El cachondeo, el trilerismo y la revolución de los mindundis es sólo una gran comedia alrededor del presidente Sánchez, que estos días anda por la India.
Algunos, entre los que me encuentro, hartos de estar hartos, y ante la imposibilidad más que cierta de que las cosas cambien, han decidido tomarse esto con guasa. A cachondeo. Catedráticas de cartón piedra, amantes y meretrices, farlopa con bogavantes, maletas que pesan lo suyo en Barajas, portavoces de la extrema izquierda sobones y abusadores mientras votan leyes del sí es sí, un presidente enamorado que escribe una carta y desparece cinco días para después decirle al rey que no dimite. Esto no es serio.
Mejor la risa que el cabreo permanente. Antes una sobremesa hablando del desastre del sábado en el Bernabéu - ¡y cómo sigue escociendo hoy martes! -, que las divagaciones sobre los planes de Sánchez y lo que pueda pasar con la corrupción que le rodea. La........